jueves, 17 de noviembre de 2016

El Tlachtli o Juego de Pelota Prehispánico, Nuestro Deporte Milenario 2ª Parte


Reciban saludos cordiales de su amiga Bertha Avila PietraSanta, quien en ésta ocasión aquí en Bibi Tips, concluirá con el artículo acerca de la historia del juego de pelota. Como destacamos en el artículo anterior, (Ver aquí primera parte) el juego de pelota mesoamericano (en náhuatl: Tlachtli o Ullamaliztli) fue un deporte con connotaciones rituales, jugado desde 1600 a. C. por los pueblos precolombinos de Mesoamérica; se practicaba tanto en la vida cotidiana como en celebraciones religiosas. Durante los milenios de su existencia, el deporte ha conocido distintas versiones en diferentes lugares. Una versión moderna del juego, ulama, se sigue practicando todavía en algunos lugares de México. Aparentemente aparte de ser un ritual religioso, también cumplía la función de resolver conflictos de diversas naturalezas: pleitos por tierras, tributos, controles comerciales y otros. 


Aunque desconocemos las reglas del juego, eran probablemente similares a raquetbol, donde el objetivo es mantener la bola en juego. En caso de que se llegase a caer la pelota, era una mala señal, ya que para muchos historiadores la pelota era un símbolo del sol. Los aros de piedra son una adición tardía al juego. Esta adición cambió el juego por completo, ya que se podía conseguir una victoria inmediata metiendo la pelota en el aro, o se podían conseguir puntos simplemente si la pelota tocaba el aro. La pelota de hule en movimiento representaba las trayectorias de los astros sagrados: Sol, Luna y Venus. El ganador del juego era protegido y apoyado por los dioses. aunque en realidad existe una duda entre sí los que ganaban eran sacrificados o los perdedores. No se trataba de sólo un juego era todo un ritual religioso que simbolizaba el que Huitzilopochtli vencía a su hermana la luna Coyolxauhqui, para dar lugar al amanecer. En la zona de Monte Albán, Oaxaca, el juego se desarrollaba a nivel del piso de la cancha, se golpeaba la pelota con la cadera, codos y rodillas para hacer pasar la pelota de un lado a otro. Los muros inclinados a los lados de la cancha se cubrían con una gruesa mezcla de cal para crear una superficie que hiciera regresar la pelota al campo de juego. Generalmente las canchas se encontraban en un nivel más bajo que el resto de las ciudades ya que era una representación del inframundo. En la versión más difundida del juego, los jugadores golpeaban la pelota con las caderas, codos y rodillas del lado derecho del cuerpo. Otras versiones permitían el uso de los antebrazos, raquetas, bates, o la manopla (piedra de mano). La pelota estaba hecha de caucho y pesaba hasta 4 kg, aunque el tamaño de la pelota difería mucho en el tiempo o según la versión del juego.

El juego tenía importantes aspectos rituales y los principales partidos formales del juego de pelota eran eventos rituales, que podían incluir el sacrificio humano. El deporte se jugaba también de manera informal, para la recreación de los niños e incluso de las mujeres. Campos del juego de pelota fueron encontrados en toda Mesoamérica, hasta el sur de Nicaragua, y posiblemente tan al norte como el actual Arizona en los Estados Unidos. Estos campos de juego de pelota varían considerablemente en tamaño, pero todos tienen largas pistas estrechas con paredes laterales utilizadas para rebotar la bola. 

La investigación histórica es una herramienta que nos ayuda a conocer mejor el origen de la actividad física en el ser humano. Sin embargo, desde el campo de las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, el Juego de Pelota Prehispánico, con más de 4.000 años de historia, ha sido una práctica tan llamativa como, por desgracia, olvidada. 

El juego de pelota aparece como una actividad que mantiene vivas las tradiciones de nuestros ancestros. Se ha hablado mucho de las prácticas deportivas griegas o romanas, que, sin quitarles importancia, ¿cómo es que no se ha estudiado una práctica que actualmente cuenta con más de 1.500 canchas de juego registradas? Desde los Olmecas, que fueron los primeros pobladores de los que se tiene conocimiento de su práctica de juego de pelota, hasta los aztecas, como legado visual, cultural y arquitectónico más importante. Por último, el juego de pelota, como práctica sagrada asociada a una simbología determinada: el sostenimiento del cosmos, la fertilidad o la guerra. Dos direcciones encontramos finalmente en el juego de pelota, como juego de dioses o como juego de hombres. Siendo el sentido sagrado el más trascendente y por tanto motivo de gran orgullo de ser mexicanos.

Llamado este juego pok-ta-pok por los mayas, durante la dominación española fue prohibido por el inquisidor Tomás de Torquemada, aunque sin desaparecer nunca del todo. Se jugaba con una pelota maciza de hule, material sacado de la savia de los árboles, que era muy elástica. Por su parte, el pok-ta-pok, maya, o Tlachtli, para los Aztecas, aún sigue siendo practicado en México y Guatemala, como una forma del folklore regional. En la cultura azteca los vencedores recibían premios: plumas preciosas, mantas labradas, bragueros y joyas preciosas. En la cultura Maya por su parte existía un capitán por equipo que llevaba plumas de Quetzal, ave del paraíso, como símbolo de jerarquía. El ulli o caucho que se usaba en las pelotas fue una aportación mesoamericana que revolucionó el deporte en Europa, Estados Unidos y Australia principalmente.

En Chichén Itzá se encuentra el campo más grande de todo Mesoamérica. La altura de sus paredes era de entre ocho y once pies de alto, extendiéndose por el alrededor. Por las costumbres salvajes, plantaban palmas y árboles que soltaban semilla roja, cual madera era suave y ligera, las paredes de alrededor eran decoradas con murales o estatuas de piedra. Los campos de juegos se llenaban de arena cuando jugaban los reyes. En los últimos años han descubierto numerosos campos que, en la mayoría de los casos, duplica y hasta triplica el número de campos. De hecho, en 1981 se habían registrado 651 campos y a la fecha ya se conocen 1500. Las más importantes se localizan en los estados de Puebla, Morelos, Yucatán, Chiapas, Veracruz, Estado de México, Chihuahua y Durango. ¡Bueno amigos, esto ha sido todo por hoy, revivamos nuestras tradiciones!!!!!!!!!

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