miércoles, 2 de noviembre de 2016

Tradicional Día de Muertos en San Andrés Mixquic Legado Cultural Prehispánico Que Llena de Orgullo al Pueblo Mexicano

Cómo se encuentran ustedes seguidores del blog de Bibi Tips, los saluda cordialmente su amiga Bertha Avila PietraSanta, quien en éste jueves patrio les hablará sobre una de nuestras tradiciones prehispánicas que a mucho orgullo se sigue celebrando en el barrio mágico de San Andrés Mixquic.


Así como cada año, el Día De Muertos se comenzó a celebrar en San Andrés Mixquic, de la delegación Tlahuac de la Ciudad de México, el pasado lunes 31 de octubre de 2016. El lugar se encuentra en el extremo sudoriental de esa demarcación, en una zona que antiguamente fue una isla rodeada por el lago de Chalco. Actualmente se encuentra toda ésta área desecada, pero aún quedan vestigios de algunos canales. Este magnífico pueblo mágico es conocido internacionalmente por el culto a los muertos, tradición que ha conservado desde la época prehispánica hasta el día de hoy. Mixquic recibe a miles de turistas mexicanos y extranjeros cada año, dispuestos a vivir la magia y misticismo singulares de este lugar. Mixquic es un pueblo que forma parte del polígono de la zona chinampera declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, cosa que nos llena de orgullo a todos los mexicanos.

Como en ningún otro lugar del mundo, en México festejamos a la muerte en medio de alegría y vistosas ceremonias que son una verdadera explosión de colores y sentimientos. Especialmente en Mixquic, donde con diversas flores se forman artísticos tapetes que van desde la iglesia hasta el cementerio, coloreando mágicamente todo el pueblo y la atmósfera se perfuma con diversos olores de los platillos que se preparan con deliciosos sabores prevaleciendo principalmente el del mole, el pan y el dulce; también se pueden distinguir los olores del incienso, el copal, la cera de las veladores y por supuesto se funden también los sutiles olores de las diversas flores de todos colores, en especial la del cempasúchil que, mientras intensifican su color por la mística iluminación que ofrecen las flamas de los cirios y veladoras, sirven para dar la bienvenida a las almas de los difuntos. Así los mexicanos rendimos culto a nuestros muertos acompañados de música que alegra los corazones de los vivos.

Gracias a que México es un gran mosaico de tradiciones y manifestaciones artísticas, durante nuestras celebraciones del día de muertos lo mismo podemos encontrar solemnidad y burla, que silencio y algarabía, reflejados en la música y en las oraciones. Por si esto pareciera sorprendente, lo que es aún más increíble, es saber que precisamente es el panteón de San Andrés Mixquic lo que ha hecho muy famoso a este pueblo sureño de la Ciudad de México. Su fama se extiende fuera de nuestras fronteras, San Andrés es conocido a nivel mundial.

Año tras año se dan cita en el cementerio de San Andrés, miles de personas para decorar las tumbas de sus difuntos, las cuales, durante el 1 y 2 de noviembre se visten con flores de cempasúchil, calaveras de azúcar y algunos platillos en honor a los fieles difuntos.

Durante el primer día del mes, cuando llega la noche, el júbilo permea el ambiente con la música de grupos tropicales y mariachis que amenizan los concursos de calaveras de cartón con leyendas satíricas, mientras, otras personas acompañan a un cortejo fúnebre escenificado, en donde la viuda lanza frases picarescas a la gente por la pérdida de su esposo quien se halla dentro de un ataúd simulando su muerte; algunas de esas frases picarescas son: el muerto al pozo y el vivo al gozo... o tan bueno y tan fiel..., etc.

Durante su trayecto hacia el panteón estos personajes van solicitando apoyo económico para la sepultura, haciendo bromas a los concurrentes y, una vez que arriban y que están a punto de enterrar al supuesto "cadáver", éste salta del ataúd y corre despavorido entre la multitud ocasionando la risa de los asistentes.

Así, con un aire de burla muy mexicano, el culto a los muertos comienza para después tomar un aire más solemne: las ofrendas siguen realizándose y las veladoras y cirios le dan ya al panteón de Mixquic un toque mágico, mientras que en las casas las puertas se abren para que las ánimas de los muertos saluden a sus deudos, y los visitantes puedan disfrutar de las coloridas ofrendas del lugar.

Al día siguiente continúa la danza y alegoría de las almas de los muertos en la tierra, pero ahora toca turno a las de los adultos: el panteón sigue colmado de ofrendas y comienzan a llegar hombres, mujeres y niños con cubetas, escobas y ramos de flores con la intención de barrer y arreglar las tumbas correspondientes esperando a que el párroco del pueblo llegue para dar la bendición a los asistentes y a las tumbas de los "difuntitos".

De esta manera, en medio de una gran solemnidad y alegría, los días de celebración a los muertos transcurren en Mixquic para recordarle al mundo que, entre los mexicanos, la convivencia con la muerte, es algo común...

Si nunca han ido a Mixquic en día de muertos, háganlo un año de éstos, es una experiencia mágica de la que ningún mexicano se debe perder. Esto ha sido todo por hoy, les agradezco sus comentarios y sugerencias. Hasta muy pronto. ¡Viva México!!!!

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