Cómo están ustedes amigos de Bibi Tips, saludos cordiales de una servidora
Bertha Avila PietraSanta. Hoy nos dedicaremos a la segunda parte del artículo de
cómo mantener sana la piel del bebé. (Aquí el link del artículoprimera parte). Durante
el invierno, la piel del bebé es más delicada, por tal motivo, debemos
protegerla con mayor esmero de todas las agresiones que pudiera provocar el
frío. Los pediatras y dermatólogos coinciden en que debemos evitar
dar baños muy calientes al bebé durante los días más fríos de invierno,
para evitar así que su piel se reseque, se sienta áspera o quede agrietada. Al
igual, el agua debe tener una temperatura entre los 30°C a los 32°C, y el baño
no debe prolongarse por más de 15 minutos.
Aconsejan también que en las épocas de más frío evitemos el uso de jabones
y esponjas ya que corremos el riesgo de retirar por completo la capa de grasa
que existe en la superficie de su delicada piel, cuya función es protegerlos,
si la retiramos, dejamos su piel expuesta a diferentes agentes nocivos, provocándoles
enfermedades cutáneas y la pérdida de agua en su piel. Los jabones de glicerina y coco son los más
indicados para los bebés, ya que son de origen natural, también son
aconsejables los jabones líquidos especiales para bebés 100% naturales o las
aguas balsámicas asépticas sin jabón. Procura escoger productos hipoalergénicos
y naturales sin fragancias. Hay que tener cuidado con los perfumes o colonias
que contienen los productos destinados a los bebés. Igualmente, importantes son
las cremas y lociones hidratantes, mismas que son imprescindibles para después
del baño, ya que, con una buena crema hidratante, la piel del bebé siempre
estará protegida y adecuadamente hidratada. Aunque haga mucho frío, también
debemos evitar cobijar con exceso a los bebés. El abrigarlos demasiado
provoca que de por vida, su piel se haga perezosa, una piel siempre cubierta se
atrofia y no funciona adecuadamente, recordemos que una de las principales
funciones de la piel es regular la temperatura del cuerpo, los bebés muy
tapados suelen ser en su vida adulta personas muy friolentas con un sistema
inmune débil, porque su piel no es apta para guardar el calor apropiado que el
cuerpo requiere; por esta razón, el día que no se cubren, aunque el clima no
esté muy frío, se enferman de las vías respiratorias. Además, los bebés muy abrigados sudan mucho, y
esto les puede traer problemas de presentar pequeñas bolitas o granos
enrojecidos principalmente en el cuello, el tronco y las piernas, mismas que
pueden provocar que el bebé se rasque y se inflame alguna zona. De lo que sí
los debemos cuidar, es de los cambios bruscos de temperatura, más no de cuánta
ropa traigan encima. Mientras el bebé sea
muy pequeño, se debe evitar el contacto directo de su piel con ropas hechas con
fibras sintéticas y lanas. Es recomendable que usen ropa y toallas 100% algodón
para evitar, entre otras molestias, una dermatitis atópica.
La piel del bebé durante el verano
Durante el verano, por ser época de vacaciones, es cuando
los padres están más tiempo con sus hijos al aire libre, entonces, es necesario
proteger la piel de los pequeños principalmente contra los rayos del sol.
Es fundamental usar un filtro solar adecuado para la edad del bebé, que de
preferencia sea hipoalergénico, contra agua y 100% natural. (Ver link de filtrossolares). Además,
cuando el bebé esté bajo el sol, jamás se nos debe olvidar protegerlo con una
camiseta, lentes de buena calidad y un sombrero o llevar una sombrilla en la
sillita o carrito. La piel de los bebés
también se puede ver afectada por las fastidiosas picaduras de los mosquitos,
abejas y otros voladores. En estos casos, es mejor prevenir que curar. Busquen
repelentes naturales que mantengan a raya a los insectos de los bebés y de los
niños pequeños. Recuerden que además de que las picaduras son muy molestas para
los pequeños, algunos insectos transmiten serias enfermedades y parasitosis. Después
de las actividades diurnas, es imprescindible hidratar la piel de los bebés y
niños pequeños con una buena crema hidratante. Si tu bebé es muy pequeñito, no
es recomendable que lo expongas al sol, si salen a la playa, es mejor dejarlo
en su porta bebé bajo una buena sombra. Nunca lo expongas a la arena de la
playa porque no es un lugar seguro para la delicada piel de tu bebé.
¡Por
el momento, terminamos!!!! Espero que te
haya sido útil éste artículo. Te espero como siempre en el próximo artículo de
Bibí Tips, recuerda que estoy a tus órdenes para aclarar cualquier duda,
comentario o sugerencia. ¡Hasta la vista!!!!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario