Envío un fuerte abrazo a todos los lectores del
blog, agradeciéndoles su preferencia.
Como el cuidado del bebé es un tema de
suma importancia, espera semanalmente un artículo exclusivo dedicado a los
bebés que siempre serán un tesoro en nuestras vidas. Los bebés, en sus primeras
semanas de vida, requieren de una serie de cuidados y atenciones básicas para
su bienestar. Bañarlo, curarle el ombligo, recortar sus uñas para que no se
dañe, conservar bien seco siempre el pañal, cuidar su delicada piel o limpiar
bien su nariz, son algunos de los cuidados básicos que hay que
atender.
Desafortunadamente, el recién nacido no puede decirnos qué le molesta, por eso, hay que tener en cuenta ciertas medidas de higiene para evitar que sufra de rozaduras y excoriaciones en la zona del pañal, prevenir que se arañe con sus uñitas, o cuidar que tenga liberadas sus fosas nasales, ya que a veces, cuando las tienen obstruidas, les es casi imposible respirar durante la hora de alimentarse o lactancia, provocando que no se nutra adecuadamente, ya que bajo estas condiciones, nuestro bebé no podrá alimentarse de una manera adecuada, para ellos es más importante respirar que alimentarse. Poco a poco ahondaremos en temas de interés para el cuidado y bienestar de tu bebé. En esta ocasión, vamos a hablar sobre el baño del bebé.
Es muy importante la presencia de ambos padres para el desarrollo óptimo del recién nacido, el baño es la ocasión ideal para que esta convivencia se lleve a cabo, haciendo de este rato íntimo un motivo de regocijo y acercamiento del bebé hacia sus padres, creando lazos fuertes desde una temprana edad. Es importante potenciar en el pequeño un crecimiento armonioso, tanto físico como mental y emotivo, porque no sólo es importante la sana alimentación, sino la comunicación y amor entre los padres y su nuevo hijo.
Un buen consejo es jugar con el agua durante el baño del bebé, ayudándonos de juguetes alentando al bebé a chapotear con manos y pies. Esto reforzará su confianza.
El tiempo de baño no deberá de excederse, ya que el agua puede enfriarse, lo primero que hay que hacer es sujetar al pequeño por detrás de su espalda en una posición cómoda para él, asegurándonos de tenerlo bien sujeto sin lastimarlo, ya que a veces se voltean intempestivamente, tengan en cuenta que el jabón hace resbaladizas las superficies.
Yo les aconsejo lavar el cabello del bebé primero y después el cuerpecito.
La temperatura del agua debe ser agradable, recuerden que el agua muy caliente no es sana, el agua debe estar a una temperatura tibia confortable, ni fría ni caliente. Hay que evitar que el bebé sufra corrientes de aire. Para evitar corrientes, prevénganse de tener a la mano todos los utensilios y artículos de aseo personal del bebé, así no tendrán que salir a buscar nada.
Otro punto importante, es saber el nivel de agua que nuestro bebé requiere en su bañera. Por supuesto que, si el bebé es recién nacido, el nivel de agua deberá ser menor que el que se usa para bañar a un bebé de tres o seis meses; si crece nuestro bebé, el nivel del agua aumentará también.
Acaricien y masajeen a su bebé con amor durante el baño, ustedes no saben cómo el cuerpo del bebé agradecerá el apapacho, además, ésta actividad le ayudará a relajarse y dormirá mejor.
Los oídos de nuestro bebé son muy delicados, por lo que te aconsejo que tengan cuidado de nunca introducir ningún objeto con el fin de asearlos por dentro. Asea sólo la parte externa de éstos con un algodón humedecido con aceite natural para niños poco jabón especial para niños y agua. Recuerda exprimirlo y limpiar sólo por fuera. Vas a retirar los restos de jabón con otro algodón húmedo.
Usa productos naturales que no irriten ni dañen su delicada piel, carita y ojos.
Después del baño, es recomendable secarlo muy bien y aplicar una crema natural en su cuerpecito antes de vestirlo.
Hasta aquí con los Bibí tips del día de hoy. Agradezco sus comentarios y quedo a sus órdenes para cualquier duda o sugerencia.
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