Bienvenidos a Bibí tips, les saluda cordialmente Bertha Avila PietraSanta y en ésta ocasión dedico el presente artículo a nuestra amiga Araceli Vallejo González con todo cariño. La tendinitis es la irritación o inflamación de un tendón, que por lo regular afecta solamente a una parte del cuerpo a la vez y compromete generalmente al hombro, a la mano, rodilla y al talón. El tendón es un cordón grueso que une al músculo con el hueso. Los tendones transmiten la energía generada por los músculos para ayudar a mover una articulación. La tendinitis es causada por factores como una lesión, por ejemplo, resultado de una caída, torcedura o trauma severo, también ocurre por adoptar posturas y movimientos incorrectos repetitivos como jugar al tenis o bicicleta, si las extremidades inferiores son de diferente tamaño, o si se padece de artritis en alguna articulación, si la persona tiene problemas de psoriasis, gota, tiroides, o también la puede ocasionar la intolerancia o alergia a algún fármaco.
La Tendinitis del manguito rotador del hombro es una de las más delicadas y difíciles de sanar, éste tipo de lesiones terminan en cirugía cuando las personas no se cuidan apropiadamente. Son cuatro los músculos que conforman al manguito rotador. Estos músculos sirven para mover el hombro hacia adentro y afuera. Para no lesionarse, si hacen ejercicios de gimnasio, calienten y vayan de poco en poco, si cargan un peso excesivo, o hacen un movimiento brusco, pueden causarse una lesión del hombro provocando que sus tendones se irriten o inflamen. También pudieran provocarse un síndrome del pellizcamiento, que sucede cuando los tendones se prensan entre las estructuras involucradas en el movimiento del hombro. Los síntomas son: dolor intenso del hombro o en la parte superior del brazo al levantarlo y moverlo. En algunos casos, este tipo de tendinitis puede reincidir o empeorar con el tiempo o si se realizan movimientos repetitivos incorrectos. Generalmente se pueden ejecutar actividades con los brazos y las manos con los brazos a los lados y abajo sin causar dolor.
La tendinitis bicipital o tendinitis calcificada ataca al tendón bíceps que se halla frente al hombro y ayuda a flexionar el codo y el hombro hacia adelante y a girar el antebrazo. La inflamación de este tendón puede resultar por un uso inadecuado o excesivo o por una lesión.
Los síntomas son dolor delante del hombro que puede irradiarse al codo y antebrazo
La tendinitis De Quervain es un trastorno que afecta las muñecas. Resulta del uso excesivo de los tendones de los pulgares, causado muchas veces por compresión repetida del pulgar o al mover la muñeca de una manera incorrecta. Puede ocurrir por utilizar incorrectamente el mouse de las computadoras, escribir en posiciones incorrectas, por trabajos manuales, de jardinería o actividades de destreza precisa como en el ensamblaje de diversos artefactos. El uso excesivo de aparatos electrónicos pequeños como juegos de video o dispositivos para enviar mensajes puede también causar este tipo de tendinitis. Ocurre en mujeres durante y después del embarazo. Los síntomas son dolor en pulgares, muñecas e hinchazón.
La tendinitis aquiliana o del talón es la famosa inflamación del tendón de Aquiles, que es el tendón que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón y ayuda a levantar el pie del piso. Generalmente ocurre como resultado de una lesión deportiva o el uso de calzado inadecuado. El uso de ciertos antibióticos también puede causar tendinitis aquiliana. Los síntomas son inflamación y rigidez de los tobillos y dolor en la parte posterior del tobillo al levantar los dedos o al pisar con la planta del pie. Estos movimientos se hacen habitualmente al caminar, por lo cual, el andar puede volverse doloroso y complicado
Una enfermedad afín, llamada síndrome de túnel tarsal, puede afectar el nervio tibial, localizado en la parte interior de los tobillos y que proporciona sensación de dolor y a veces adormecimiento en los dedos y planta del pie. Esto ocurre cuando éste nervio de comprime y ocurre cuando el tobillo se fractura, o debido a la artritis reumatoide o a deformidades del pie. Los síntomas incluyen doloroso ardor en los dedos y planta del pie, habitualmente en la noche o después de estar parado por periodos regulares y dolores que se alivian parcialmente al mover el pie, tobillo o pierna. Muchas tendinitis desaparecen por sí solas con el tiempo. En la mayoría de los casos, el médico general puede tratar este tipo de trastornos. Algunas personas deberán atenderse por un reumatólogo (médico especialista en la artritis, enfermedades reumáticas y condiciones musculo esqueléticas relacionadas) para su tratamiento. El tratamiento se basa en masajes para reducir el dolor, la inflamación y preservar la movilidad. Busquen un aceite natural diseñado especialmente para huesos y tendones de origen orgánico y 100% natural. Las recomendaciones del doctor pueden incluir la combinación de descanso, aparatos ortopédicos, aplicación de calor y frío, medicamentos, terapia física u ocupacional. Puede intentar diversos tratamientos antes de encontrar el que mejor le siente. Las siguientes secciones describen diversos tratamientos que le puede recetar su médico.
Muchas enfermedades de los tejidos blandos se deben al uso excesivo, por lo cual el primer tratamiento puede incluir reposo del área afectada o evitar alguna actividad particular por cierto tiempo. El descanso permite que el área lesionada o inflamada se cure. Los aparatos ortopédicos permiten que el área afectada descanse hasta que el dolor cese. Estos artefactos no deben usarse indefinidamente porque pueden resultar contraproducentes. Pregunte a su médico por cuánto tiempo y qué tan seguido debe llevar estos aparatos. Las compresas frías reducen la inflamación y el dolor en condiciones agudas (severas, pero de corta duración). La terapia fría es generalmente más efectiva durante las primeras 48 horas después de iniciada la inflamación. Después de 48 horas de dolor crónico (a largo plazo), puede que el calor, seco o húmedo, le sea más benéfico que las compresas frías. Nunca use aceites o ungüentos con las bolsas calientes porque la combinación puede quemarle la piel seriamente. La hidroterapia puede permitirle mover una articulación con mayor facilidad. Además, su físico terapeuta o doctor puede recomendarle un programa de ejercicio que le ayude a aumentar el movimiento en el área dañada. Una vez que el dolor inicial disminuya, deberá fortalecer el área para prevenir volver a lesionarse. Condiciones como el hombro congelado y el síndrome de fricción de la banda ilio-tibial dependen del ejercicio como la principal forma de tratamiento.
La Cirugía. En contadas ocasiones se requiere de cirugía para tratar la mayoría de estas condiciones. Sin embargo, puede necesitarse si los problemas persisten y otros tratamientos no mejoran los síntomas.
Dado que muchas condiciones de los tejidos blandos se deben a un uso excesivo, el mejor tratamiento es la prevención. Es importante evitar o modificar las actividades que causan el problema. Se deben corregir condiciones desencadenantes como diferencias en la longitud de las piernas, posición o técnica incorrecta en la ejecución de deportes o trabajo.
Evite actividades que requieran que se estire por encima de la cabeza por periodos largos.
No mueva sus hombros repetidamente por mucho tiempo (como cuando aspira o hace lagartijas). Efectúe ejercicios de amplitud de movimiento para mantener la fortaleza y flexibilidad. Mantenga una buena postura. Y siempre haga ejercicios de calentamiento y estiramiento previos a cualquier actividad física. Si hace deportes de raqueta o bicicleta, proteja rodillas y codos. No tome herramientas o lápices muy fuertemente.
No empuñe las manos. Evite movimientos repetitivos de las manos y dedos.
No se recargue en los codos y evite golpearlos. Use una banda elástica (codo de tenista) durante la actividad física. Evite repetir los mismos movimientos de la mano por periodos prolongados. Utilice el antebrazo o el brazo entero en vez de sólo su muñeca o la mano.
Tome descansos frecuentes de actividades manuales y escritura. Cargue objetos con las palmas abiertas y planas. Lleve protectores durante periodos de actividad prolongada.
Use rodilleras cuando haga labores de jardinería o se arrodille en el suelo.
Realice ejercicios diarios de fortalecimiento (levantamiento de pierna extendida). Músculos fuertes en los muslos (cuádriceps) brindan apoyo adicional a sus rodillas.
No se siente por periodos demasiado largos, levántese y camine cada 20 a 30 min.
Efectúe los ejercicios apropiados de calentamiento antes de hacer ejercicio o deportes.
Gire el cuerpo completo en vez de doblar sólo el tronco desde la cintura. Cuando levante objetos, doble las rodillas en vez de la espalda o caderas.
Siéntese en sillas acolchonadas. Obtenga el calzado adecuado si hay diferencia en la longitud de sus piernas. Use zapatos para caminar o trotar que le brinden buen soporte. Los zapatos con alto empeine son convenientes para las personas con problemas de los tobillos.
Use plantillas para los talones según le recomiende su doctor y haga ejercicio en superficies planas o niveladas.
Ojalá les haya sido de utilidad éste artículo. Me despido de ustedes por el día de hoy y espero como siempre sus comentarios y sugerencias. Hasta la vista!!!!!!!
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