Reciban todos y cada uno de ustedes un cordial saludo de mi parte, soy
Bertha Avila PietraSanta y gracias por su interés de acudir aquí a Bibí
tips. Hoy dedicaré éste artículo al
cuidado de la nariz del bebé. Muchos padres desconocen los procedimientos de
cómo ayudar al bebé a deshacerse de las mucosidades nasales para ayudarle a
respirar mejor.
Un buen truco es limpiar la nariz del bebé después del baño, cuando el
agua caliente haya ayudado a disolver los mocos. La manera más adecuada para
limpiarlos es con suero en gotitas especiales para bebé, aunque también pueden
utilizarse aspiradores nasales o las clásicas peras de goma. Los bebés necesitan respirar por la nariz, si
la tienen obstruida se sienten muy incómodos. Los primeros meses de vida del
ser humano son muy importantes porque refuerzan la personalidad de cada
individuo, por ésta razón no debemos causar estrés al bebé. El tener obstruida
la nariz les causa angustia, estrés, fatiga e inseguridad. Tenemos que ser muy
cautos los primeros meses de vida de nuestro bebé, ya que éste tiempo es
primordial para brindarle confianza en sí mismo. Si tu bebé se alimenta
de leche materna y no
respira adecuadamente, aparte de estresarse, le cuesta mucho trabajo succionar
y nutrirse adecuadamente; en el caso de
que tome biberón, aunque el efecto de succión que han de realizar es menor,
también les resulta agotador. Los bebés pueden incluso llegar a emitir pequeños
ronquidos durante sus períodos de sueño cuando tienen la nariz taponada. La
primera vez que los padres nos enfrentamos a un bebé con mucosidades nasales,
no tenemos muy claro cómo actuar.
Lógicamente, los pequeños todavía no se saben sonar, por lo que debemos ayudarles a expulsar las secreciones nasales que se han acumulado en sus fosas nasales. Los bebés pueden tener la nariz taponada, principalmente por algún catarro o resfriado, muy comunes en los meses de frío. Tienes que consultar al pediatra porque quizás pudiera padecer de alguna alergia, mismas que causan obstrucciones y secreciones. Además, los bebés lactantes en ocasiones acumulan leche en la nariz, ya que a veces al atragantarse la leche se les acumula en las vías respiratorias y ésta al cuajarse forma una especie de moco blanco en su nariz, impidiéndole respirar adecuadamente. Los pediatras recomiendan limpiar la nariz del bebé después del baño, ya que el agua caliente y el vapor que se forma en el baño, ayudan a disolver los mocos. Existen varios métodos para extraer los mocos del bebé:
- Gotitas de suero especiales para bebés: éste es el método más recomendado por los pediatras para limpiar la nariz del bebé. El objetivo es ayudar a deshacer los mocos y arrastrarlos, para que el bebé los expulse por la nariz o se los trague. Durante la aplicación de las gotas, es importante no introducir mucho el aplicador en la nariz del bebé, ya que suelen moverse y sentirse incómodos, inclusive durante el proceso se llegan a enojar; recuerda que un mal movimiento podría hacerles daño. Además, el gotero debe mantenerse lejos de la nariz del bebé para evitar contaminar las gotitas, ya que, si el gotero toca las secreciones del bebé y luego lo tapas, contaminarás el resto del producto. Este proceso puede repetirse tantas veces como queramos. Procura comprar productos orgánicos 100% naturales que no contengan químicos dañinos que en realidad hidraten, beneficien y limpien eficazmente la nariz de tu bebé. Recuerda que todo lo que no se lea con claridad en una etiqueta no es bueno.
- Aspiradores nasales: son unos aparatos que constan de un tubo de goma con un aplicador final que se introduce en la nariz del bebé. Los padres han de aspirar por el otro extremo del tubo y los mocos quedarán alojados en una cápsula intermedia. Es recomendable, echar al bebé un poco de gotitas de suero naturales antes de aspirar para reblandecer el moco.
- Pera de goma: también llamados sacamocos, se utilizaban mucho hace unos años, pero están cayendo en desuso porque no son muy efectivas y pueden causar daños al bebé. Si se aspiran los mocos con fuerza, los oídos del bebé pueden sufrir daños. Usemos lo que usemos, hemos de saber que a los bebés no les gusta nada que les limpiemos la nariz. Suelen llorar e incluso se enfadan bastante en el proceso, sobre todo cuando ya tienen experiencia y saben lo que va a ocurrir. En cualquier caso, nosotros nos tendremos que mostrar firmes en nuestro empeño, no perder la paciencia y realizarlo con el mayor cuidado y mimo, ya que al final del proceso, nuestro bebé podrá respirar mucho mejor. ¡Hasta aquí los Bibí tips del día de hoy, gracias por su preferencia y nos veremos pronto!!!!!!! Espero sus comentarios y sugerencias.
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