miércoles, 10 de agosto de 2016

LA HERNIA UMBILICAL DEL BEBÉ

Reciban un caluroso abrazo y un cordial saludo. Como ayer lo prometí, hoy en Bibí tips voy a hablar sobre las hernias umbilicales que nuestros bebés pudieran padecer.

Uno de cada diez bebés padece una hernia umbilical durante sus primeros meses de vida. Este abultamiento, por lo general no es doloroso, pero sí nos complica algunos cuidados cotidianos como colocar el pañal del bebé. 


¿Qué es una hernia umbilical?

El cordón umbilical, como ya sabemos, es el principal nexo de unión entre la madre y su pequeño mientras éste se halle dentro del vientre materno. El cordón conecta al feto con su madre a través de una pequeña abertura en sus músculos abdominales llamado anillo umbilical. Lo normal es que esta apertura se cierre por completo en el momento de alumbramiento, sin embargo, en ocasiones, los tejidos no se cierran del todo y ocurre que parte del contenido intestinal sobresale a través del ombligo ya recubierto de piel. Cuando esto pasa, se dice que el bebé tiene una hernia umbilical.

Uno de cada diez bebés padece una hernia umbilical, siendo los niños prematuros más propensos a sufrir de hernias umbilicales, de hecho, casi el 75% de los niños que nacen con un peso por debajo del kilo y medio sufren de una hernia umbilical.

¿Cómo saber si tu bebé padece de una hernia del ombligo?

El síntoma clásico de la hernia umbilical, es que el ombligo de tu bebé luzca sobresalido. Este abultamiento suele ser perceptible a partir de la segunda semana de vida del pequeño, después de la caída del cordón umbilical. Tu pediatra puede detectar el problema de inmediato.

En general, los recién nacidos con esta patología tienen el ombligo hinchado, dando la apariencia de un globo con contenido intestinal.



Aunque pueden crecer considerablemente, no siempre las hernias son notorias. En algunos casos, es obvia cuando el pequeño aprieta la barriga, aunque luego desaparece cuando la deja de apretar. Por eso, en algunas ocasiones puede ser más visible cuando el bebé llora o defeca. Es decir, es más notoria cuando el pequeño hace un esfuerzo con los músculos abdominales. No hay que confundir la hernia con el abultamiento normal en la piel del recién nacido que se produce cuando se cae el cordón umbilical. La diferencia es que la hernia es dura, se siente tensa, mientras que un ombligo normal se nota siempre relajado. Por eso, siempre es bueno llevar al pequeño a constantes revisiones pediátricas.

Después de la caída del cordón, el anillo umbilical se contrae poco a poco y ayuda a que la apertura que provoca la hernia se cierre de forma espontánea. Esto ocurre durante los primeros cuatro años de vida de los pequeños.

La medida del anillo umbilical puede servir para predecir si la hernia desaparecerá o no por sí misma. Si el diámetro del ombligo abultado es superior a 1.5 cm. de diámetro, es probable que el pequeño necesite cirugía a partir de los tres años de edad.

Recurrir a la cirugía para resolver una hernia umbilical no es frecuente. La intervención debe reservarse para los pocos casos en los que el orificio permanece abierto con una dimensión amplia después de los cuatro o cinco años de edad.

Los pediatras señalan que no es recomendable practicar una cirugía antes de que el niño cumpla los dos años, sin embargo, esta norma puede romperse si se dan alguna de estas circunstancias: 
  • el orificio de la hernia se sitúa por encima del ombligo (hernia supra umbilical). 
  • la apertura por la que sale la hernia es de una dimensión enorme (debe indicarlo el especialista). 
  • se produce una estrangulación o ruptura de la hernia. Estas complicaciones son poco probables. Consulta siempre a tu pediatra. 

¿Qué cuidados tener cuando el niño tiene una hernia en el ombligo?

Los pediatras recomiendan no tapar con fajas, esparadrapos ni objetos como monedas u otros que algunas veces nos recomiendan en la hernia del ombligo del niño. Mantén la calma, un alto porcentaje de hernias se resuelven por sí mismas. Los pediatras hacen hincapié en que no es benéfico para el bebé apretarle su estómago con fajas ni con ningún otro dispositivo ya que le dificultan la respiración. Asimismo, poner un adhesivo tampoco ayuda a mejorar la evolución de la hernia umbilical. Esta presunta solución no lo es y, además, produce irritación en la piel del pequeño. Hasta aquí con los Bibí tips del día de hoy. Espero te hayan sido de utilidad. Manda tus comentarios y sugerencias. ¡Hasta pronto y muchas gracias!!!!!!

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